Las lesiones vertebrales afectan la columna vertebral y sus estructuras relacionadas, incluidos los discos, vértebras, ligamentos y nervios. Estas lesiones pueden ser el resultado de un trauma directo (como un accidente o caída), enfermedades degenerativas (como la artritis) o trastornos del desarrollo. Pueden variar en gravedad, desde esguinces leves hasta fracturas graves que afectan la médula espinal.
Síntomas
-Dolor localizado en la columna vertebral o irradiado a otras partes del cuerpo.
-Rigidez o incapacidad para mover el cuello o la espalda.
-Dolor que puede irradiar hacia los brazos, piernas o abdomen (si los nervios están comprometidos).
-Sensación de debilidad, entumecimiento o pérdida de control motor en las extremidades.
-En casos graves, parálisis o pérdida de funciones sensoriales y motoras.
¿Cuándo consultar al médico?
-Si experimentas un dolor repentino o agudo en la columna vertebral después de un accidente o lesión.
-Si el dolor se acompaña de debilidad, entumecimiento, pérdida de control de la vejiga o los intestinos, lo que puede indicar daño a la médula espinal.
-Si el dolor empeora con el tiempo o no mejora con el descanso o el tratamiento básico.
Causas y factores de riesgo
Trauma o lesiones directas: Golpes, caídas o accidentes automovilísticos pueden provocar fracturas vertebrales o lesiones en los discos intervertebrales.
Enfermedades degenerativas: Condiciones como la espondilosis (desgaste de las vértebras) o la hernia discal pueden llevar a lesiones en la columna.
Mala postura: La postura incorrecta durante períodos prolongados de tiempo puede generar tensión y daño en los discos y ligamentos de la columna.
Edad: Con el envejecimiento, los discos intervertebrales pierden su elasticidad y capacidad de amortiguación, lo que aumenta el riesgo de lesiones vertebrales.
Condiciones médicas: Enfermedades como la osteoporosis o la artritis reumatoide pueden hacer que las vértebras sean más propensas a fracturarse.
Neuralgias de Columna
La neuralgia es un dolor intenso que sigue el recorrido de un nervio. Cuando se asocia con la columna vertebral, generalmente involucra la irritación o compresión de los nervios que salen de la columna. Las neuralgias de columna son dolores intensos y punzantes que afectan los nervios cervicales, torácicos o lumbares debido a condiciones como hernias discales, estenosis espinal, lesiones o trastornos degenerativos. Entre las neuralgias más comunes de la columna se encuentran la neuralgia ciática y la neuralgia cervicobraquial, que afectan áreas específicas del cuerpo siguiendo el trayecto de los nervios involucrados.
Síntomas
Los síntomas de las neuralgias de columna pueden variar dependiendo del nervio afectado, pero generalmente incluyen:
-Dolor intenso, punzante o ardiente que puede ocurrir de forma constante o en brotes.
-El dolor sigue el trayecto del nervio afectado, irradiando hacia áreas como los hombros, brazos, piernas o espalda.
-Debilidad o sensaciones anormales como hormigueo o entumecimiento en la zona afectada, que puede ser en los brazos (neuralgia cervicobraquial) o en las piernas (ciática).
-El dolor puede ser desencadenado por movimientos simples, como al girar el cuello, caminar o incluso por estímulos leves como el tacto o el cambio de temperatura.
-En casos graves, el dolor puede ir acompañado de alteraciones motoras o sensoriales, limitando la capacidad de moverse o realizar tareas cotidianas.
¿Cuándo consultar al médico?
Es recomendable consultar a un médico si experimentas alguno de los siguientes síntomas:
-Dolor intenso y localizado que sigue un trayecto nervioso específico.
-Dolor constante que no mejora con medicamentos de venta libre o reposo.
-Debilidad, entumecimiento o pérdida de control en las extremidades, lo que puede ser un signo de compresión nerviosa.
-El dolor afecta significativamente tus actividades diarias o tu calidad de vida.
Causas y factores de riesgo
Las neuralgias de columna pueden ser causadas por diversas condiciones, entre ellas:
Compresión o irritación nerviosa: Condiciones como la hernia discal, estenosis espinal o la salida de un disco intervertebral pueden comprimir los nervios que emergen de la columna, causando neuralgias.
Lesiones traumáticas: Golpes, caídas o accidentes que afecten la columna pueden dañar los nervios, provocando neuralgias.
Enfermedades degenerativas: Trastornos como la artritis o la espondilosis pueden afectar las estructuras de la columna y los nervios, favoreciendo la aparición de neuralgias.
Infecciones: Infecciones virales o bacterianas, como el herpes zóster (causa de la neuralgia postherpética), pueden afectar los nervios y producir dolor.
Factores genéticos: Algunas personas tienen una predisposición hereditaria a desarrollar neuralgias, lo que aumenta el riesgo de sufrir dolor crónico asociado a nervios comprimidos o dañados.